Priorat Lovers Newsletter: abril y mayo

Hola:

 

En abril y mayo la actividad en todos los frentes, viña, bodega y enoturismo se ha acelerado.

 

Parece que empezamos a dejar atrás la pandemia y la situación se va normalizando.

 

Este mes Rafel explica las particularidades de cultivar de forma ecológica, Eva habla de la limpieza de las barricas de crianza y Diana escribe sobre el origen de las variedades.

 

Como siempre, os deseo a todos, fans del Priorat, buena salud y buen vino.

Saludos,

Enric Vives

 

Enric Vives

Propietario

 

En la viña

Particularidades de la viticultura ecológica.

 

 

Con la brotación de las cepas y el crecimiento de la vegetación y desarrollo de los nuevos órganos comienza la necesidad de realizar los primeros tratamientos fitosanitarios.

 

En viticultura ecológica sólo se pueden hacer tratamientos preventivos,

 es decir, antes de que la enfermedad o plaga se desarrolle y se exteriorice.

 

Por ello es fundamental conocer los estadios más sensibles de la planta y los más favorables para ataques de hongos, ácaros e insectos tanto en hojas como en racimos.

 

 

Sólo se pueden pueden utilizar productos de contacto, que tienen como principales inconvenientes el hecho de ser arrastrados por la lluvia, tener poca persistencia una vez aplicados y ser fácilmente degradables en general para condiciones climáticas extremas.

 

El CCPAE es el organismo que regula las actuaciones en viticultura ecológica certificada en Cataluña. Tiene una normativa muy estricta y ejecuta una auditoría e inspección anual a todos los operadores inscritos para comprobar la correcta realización de las prácticas autorizadas y poder, de este modo, ofrecer la seguridad y garantía exigida a los consumidores de alimentos ecológicos.

 

Rafel Gauchola

Jefe de viña

 

En la bodega

La limpieza de las botas.

 

 

Abril es el momento de sacar el vino de la barrica. En ella ha pasado la crianza de todo un año. Antes de vaciar un lote de vino de las barricas las catamos todas y si alguna no está al nivel esperado quedará descartada.

 

Después trasegamos el vino a una tina grande de acero inoxidable donde homogeneizamos la mezcla de las barricas.

 

 

Trabajamos con varios toneleros y cada uno nos da aromas y matices diferentes, aportando complejidad aromática y la estructura en boca que deseamos.

 

Una vez la barrica está vacía, la limpiamos con una máquina con agua a presión (como se puede ver en la fotografía). Esta máquina es rotatoria y lava todos los rincones de la barrica con agua caliente y mucha presión. Cuando vemos que el agua que sale ya es limpia la dejamos escurrir unas horas y ya se puede volver a llenar.

 

 

Las barricas las usamos un máximo de 5 años, ya que el ácido tartárico natural de la uva con el tiempo forma su sal, y esta sal queda pegada a la barrica formando un tipo de costra que evita la entrada de oxígeno en la barrica y la evaporación natural y pierde también las aportaciones aromáticas y gustativas.

  

Eva Escudé
Enóloga

 

Sumiller

Variedades locales vs. variedades foráneas

 

 

En cada área vinícola del mundo encontramos unas variedades de uva que son las que mayoritariamente se plantan, ya sea porque son las que siempre se han plantado, ya sea porque son variedades que en un momento de la historia se puso de moda y se plantaron en todo el mundo.

 

En la década de los 80, hubo una fiebre de los vinos franceses en todo el mundo, eran considerados por el gran mercado del vino como los mejores vinos del mundo, y por eso se empezó a plantar variedades típicamente francesas, ya que eran las que se utilizaban para hacer los grandes vinos franceses. Como ejemplo, si os fijáis, puede encontrar vinos de Cabernet Sauvignon en cualquier área vinícola del mundo, cuando es una variedad típica de la zona de Burdeos.

 

Se llegaron a llamar variedades mejorantes porque mejoraban las variedades que siempre se habían plantado en las diferentes áreas vinícolas. Y las utilizaban en coupages con las diferentes variedades propias o hacían monovarietales.

 

Todo esto ha cambiado.

Ahora lo que se valora es la singularidad de cada región.

 

Aquella variedad que es singular, que es diferente a las variedades que hay en otras regiones vinícolas. A estas variedades singulares de cada región nos hemos malacostumbrado a llamarse las variedades autóctonas. Esto querría decir que la variedad nace en aquel lugar por primera vez, y eso no siempre es cierto. Habitualmente, las variedades que representan una región vinícola son las que llevan más años cultivándose, y son las que mejor se han adaptado al Terroir, clima y suelo. Esta es la razón por la que se dice que son variedades históricas.

 

 

En el Priorat, por ejemplo, nuestras variedades históricas son la garnacha y la cariñena. Dos variedades que llevaron los monjes cartujos a finales del siglo XII. Para nosotros son nuestras variedades históricas, son las variedades de uva que mejor se han adaptado a nuestro clima y a nuestra Llicorella.

 

Defender las variedades históricas hace que los vinos tengan una personalidad propia. Cada región vinícola del mundo es diferente, tiene un clima particular, un suelo particular y eso es lo que buscamos encontrar cuando probamos un vino.

 

 

Queremos encontrar la expresión de un territorio dentro de una botella.

 

 

Diana Juàrez

Sumiller